jueves, diciembre 9

Las tarjetas de Pepe

Hola que tal, sé que me conoces, por algún lado me has visto, o eres amigo de un amigo, tenemos alguna relación, o simplemente lees esto. Sé que este medio ayudará sacarle provecho a ésto.

Soy parte del Colectivo Arktimico, y por ende, las ganas de querer hacer cosas y ayudar están no sólo en mi sangre, sino ahora en mis manos.

Ahora vivo en una casa alquilada, donde el dueño es Pepe, un amigo con limitaciones físicas, pero te ayuda a entender lo maravilloso que es la vida, el valor de las manos, del movimiento de los pies, de la sensación de la piel, del pensamiento, de poder hacer las cosas por tu propio medio, cosa que él, no puede hacerlas.

Es tan impresionante poder ayudarlo cuando dice: "Luis, ayúdame hermanito". Yo soy Cristiano, amo a Dios, por lo tanto amo a mis prójimos, necesito por eso tu colaboración.

Pepe vende tarjetas de navidad (S/.5 soles) hechas por él. Si deseas ver cómo son sus manos, ven a mi casa y te sorprenderás. No sé que palabras usar en éstos casos, pero si siento las ganas de apoyarlo infinitamente, él me dijo: "Ayúdame a venderlas 'Luis', quiero comprar panetones para los niños". - Él sabe que estudio arquitectura, sabe del amor que siento por el arte, y él hace arte, ésas tarjetas son para inteligentes, dijo.

Espero tu colaboración. Somos gente que siempre ofrece algo en navidad, ayudanos a ayudar, sé que suena rutinario, pero ésto es importante. Y si quieres ayudar a venderlos también.

Comunicate conmigo:
Juan Bustamante
954 100 111
ojota@live.com
Jr. 1º Mayo 191 - San Carlos, Huancayo - Perú
(altura de la cdra 5 de la Av. San carlos)

miércoles, diciembre 8

Algunas frases del discruso de Mario Vargas Llosa

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Literatura – “Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida”.

- “Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz”.

- “Sin los buenos libros, seríamos peores de lo que somos, más conformistas, menos inquietos e insumisos, y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”.

Política – “Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas, antigua especie convencida de que matando se gana el paraíso”.

- “Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar, y a hacer nuestros sueños realidad”.

- “Algunos compatriotas me acusaron de traidor y estuve a punto de perder la ciudadanía, cuando, durante la última década, pedí a los gobiernos democráticos del mundo que penalizaran al régimen con sanciones diplomáticas y económicas, como lo he hecho siempre con todas las dictaduras, de cualquier índole, la de Pinochet, la de Fidel Castro, la de los talibanes en Afganistán, la de los imanes de Irán (...) lo volvería a hacer mañana si -el destino no lo quiera y los peruanos no lo permitan- el Perú fuera víctima una vez más de un golpe de Estado que aniquilara nuestra frágil democracia”.

-“Las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas”.

- “Padecemos menos dictaduras que antaño, solo Cuba y su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudodemocracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua”.

Perú – “ Al Perú lo llevo en las entrañas porque en él nací, crecí, me formé y viví aquellas experiencias de niñez y juventud que modelaron mi personalidad, fraguaron mi vocación, y porque allí amé, odié, sufrí y soñé”.

- “El Perú, como el Aleph de Borges, es en pequeño formato el mundo entero. ¡Qué extraordinario privilegio el de un país que no tiene identidad porque las tiene todas!”.

- “El amor al país en que uno nació no puede ser obligatorio, sino, al giaul que cualquier otro amor, un movimiento espontáneo del corazón”.

Su Esposa – “Es tan generosa que hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: *‘Mario, para lo único que tú sirves es para escribir’*”.

- “Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo y Morgana y los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia”.

web: www.elcomercio.pe

sábado, diciembre 4

Comidas al por menor.

Bueno empecemos por la genial Sopa de Don Julio - del cornroom de la Facultad donde estudio - que al parecer se ve muy bueno y el precio, ni que decir. A Sólo S/.0.50 (5o céntimos de Sol ó 15 centavos de dólar). No lo hacemos por molestar ni nada de eso, es simplemente la naturaleza del peruano, en recursearselas, para obtener beneficios. La sopa no está nada mal, tiene sazón, tiene condimentos, está bien preparado, y además cuenta con una presa. Todo ésto, es parte de la gran carta que ofrece don Julio. Él es un gran Arquitecto, en un post posterior, lo demostraremos, él siendo tan humilde hizo tan grandioso en la Facultad, reanimó la alicaída parte pública de la Facultad, el mismo, construyó su kiosko, a puño limpio, además genera trabajo, que más.



Y bueno, como parte de las situaciones que genera la misma facultad y por ende algunos eventos que se realizan dentro, se generan estos negocios, que tal vez puede verse desordenado, poco limpio, y sin una debida reglamentación. Pero ésto es así, la gente es la que genera ésto, que a mi criterio se ve bien, por que la gente lo usa.
Años atrás, la señora que vendía golosinas tuvo que irse de la facultad (dejar de vender) porque sufría algún desequilibrio físico, pero la Seño, regresó!, y con fuerza. Nos trajo el Platito de "chaufa, papas fritas, ají sin picante y chuleta de pollo", todo por S/.1.50 (un sol cincuenta ó 50 céntimos de dólar). Ésto estuvo de alguna manera rico, le faltaban algunos ingredientes, pero por lo que se vió, se notó que la Seño, le puso cariño, estuvo muy bueno.
Aparte de todo ésto, que a decir verdad ésto no es un blog de comidas, ni de chistes, podemos ver lo que genera la Seño, el urbanismo que explota, al intervenir la calle, el espacio público, para benefico de todos, al parecer, puede estar pésimo por la congestión y el desorden que ocasiona, como todos los ambulantes, pero no es acaso algo atractivo y digno de copiar a una arquitectura que de ser necesaria tenga la capacidad de afrontar lo que la seño afrontó.




Quique, empujándose el chaufa.

Saúl, también empujándose las papas.

Post: Juan Bustamante
Fotos: Archivo Arktimico

jueves, diciembre 2

Fujimori en el Paraíso - César Hildebrandt

Fujimori en el paraiso: (Diario La Primera - Domingo, 05 de Abril)

Escucho a Alberto Fujimori describir su paraíso de opio y compruebo que gente como él sólo puede prosperar en un país que tiene a un 40 por ciento de ciudadanos a los que les da lo mismo –lo dicen reiteradas encuestas- si los rige una democracia o una dictadura.

O sea que en el Perú hay un 40 por ciento de ciudadanos que casi aspiran a no ser ciudadanos y que quieren ser, a veces con fervor, vasallos tristes y alegres siervos de la gleba.

Detrás del fujimorismo está la capacidad de sumisión y la arrolladora ignorancia que lastiman el alma del Perú.

Escucho a Fujimori y me digo que si hubiera géiseres de cinismo sonarían como su voz.

Habla de coraje el hombre al que le temblaba la voz cuando se dirigió a buscar refugio en la embajada del Japón la noche del fallido golpe del general Salinas Sedó.

Habla de honor el hombre que emputeció a la Fuerza Armada, hizo del Congreso un chiquero, suprimió el orden constitucional, desconoció su firma y hasta su huella digital con tal de no pagarle una deuda a la madre de sus hijos.

Habla de orgullo de sí mismo el sujeto que quiso ser senador japonés para obtener la inmunidad que lo librara del alcance de la ley.

Habla de responsabilidad el hombre que llenó 45 maletas de videos, dinero y botines diversos, tomó el avión presidencial y pasó de Brunei a Tokio, donde pidió asilo y desde donde renunció por fax a la presidencia de la República.

Habla de amor por la patria el jefe de una banda que saqueó las cuentas del tesoro público por un valor que los más conservadores estiman en dos mil millones de dólares.

Habla del veredicto de la historia el sujeto que estaba pescando en Iquitos cuando la policía de la Dincote, sin ninguna ayuda de Montesinos, capturó a Abimael Guzmán, el hombre que huyó del país tras descubrirse cómo es que Montesinos compraba esos congresistas que hoy deben estar frotándose las manos.

Qué patético pobre diablo es Fujimori. Se atribuye todos los poderes para las cosas que salieron bien y se pinta como un presidente disminuido, desinformado e irresponsable cuando le mencionan los asesinatos que cometían los criminales a los que él felicitaba, ascendía y amnistiaba.

“Yo era comandante de la Fuerza Armada en el sentido en que un entrenador de fútbol comanda al equipo”, dijo ayer destilando la esencia de su legendaria cobardía.

O sea que debemos alabarlo por haber “comandado” las fuerzas armadas que derrotaron al senderismo, pero debemos exonerarlo de toda responsabilidad cuando esas mismas fuerzas armadas mataban ancianos, niños y mujeres en las alturas de Ayacucho.

Debemos agradecerle el haber sacado al país de la crisis económica en la que nos hundió Alan García –quien hizo tanto para que Fujimori lo sucediera-, pero tenemos que olvidar que con él todos los derechos del trabajador fueron abolidos, todo asomo de equidad fue perseguido, toda corrupción en el proceso de las privatizaciones fue posible.

Tenemos que decirle gracias por la paz con Ecuador –Tiwinza incluida, derechos de navegación ecuatorianos en ríos peruanos incluidos- pero no podemos recordarle su repugnante papel en la derrota peruana del Cenepa, cuando nuestros soldados carecían de logística, comunicaciones y, en muchos casos, de rancho y de zapatos.

Debemos ser gratos con su régimen porque “refundó el país” (Fujimori dixit), pero tenemos que olvidarnos de que quince de sus ministros o están presos o están con orden de captura por ladrones.

Debemos ser fujimoristas por las escuelas que sembró el Fonades, pero no debemos evocar la prensa inmunda que él creó para ensuciar a sus adversarios y, seguramente, “elevar el nivel cultural”.

Este demócrata que cerró el Congreso, este honrado que permitió la rapiña más grande de la que se tenga noticia, este ciudadano ejemplar que convirtió a un edecán en fiscal para entrar a robar maletas en la casa de Trinidad Becerra, este hombre decente que tuvo como socio a Montesinos, este estadista al que defienden sujetos como Saravá, este ángel que vivió entre alimañas, este hombre ejemplar que dio un golpe de Estado cuando su esposa, en un rapto de bendita locura, denunció los asaltos de la hermana Rosa y del cuñado Aritomi a la caja de Apenkai, este probo encubridor de Miyagusuku, esta vergüenza que grita lo que lee y juega con la voluntad de olvidar de los peruanos, este señor Fujimori, en suma, sigue siendo exactamente el mismo miserable que la miseria moral adora y hace suyo.

El secreto de Fujimori es que ha convertido en socialmente exitosos los peores vicios de la “peruanidad”: la crueldad en el tumulto, el cinismo como método y, sobre todo, la cobardía elevada a la categoría de función vital.

El triunfo de Keiko Fujimori, de darse, será el resumen vistoso de la tragicomedia nacional y una prueba de que hay países económicamente pujantes y moralmente inviables.

info: http://www.perunotas.com/2009/04/fujimori-en-el-paraiso-por-cesar.html