lunes, octubre 18

Las personas: ¿son importantes?

Situaciones
Nunca es demasiado tarde, para darse cuenta de la necesidad que tiene la ciudad de Huancayo, el Perú y en general el mundo mezquino, que ante la fata de sensibilidad, opta por obviar y olvidar a la gente que necesita de nosotros: estudiantes o profesionales, mujeres u hombres, racionales e irracionales, pulcros o de "calle", para resolver esos "pequeños" e "insignificantes" problemas que los aquejan y que está aún sin resolver, su imaginada e ilustrada "calidad de vida".

En estos días nuestro Presidente ha sufrido la crítica del pueblo y con razón de éste, debido al insulto de un ayudante "kurame", quién le grito: ¡corrupto!, ¡corrupto!, y éste reacciono con un golpeándolo con un cachetada. Claro que él y todos sus políticos han tratado de todas las formas posibles negarlo, hasta Villa Stein dijo: "este es un país de maricas", refiriéndose a que no somos capaces de asumir las responsabilidades. Pero la "autoridad máxima" de la nación debería de estar acostumbrado a entender la realidad del país y entender a los que la habitan. Él no está contento con lo que le han gritado, porque además fue malo, no lo dudamos, pero si la gente quiere expresar lo que siente, por lo que ve, no es justo que quieran taparlo y negarlo.

Ahora el tío, dueño de las marcas por la cachetada de García, dice que irá hasta el Vaticano.

Hay tantas cosas más importantes de que preocuparse, sabemos que el Presidente no va a estar en todas, pero si tiene a su alrededor gente que trabaja con él, que son sus oídos y ojos.

Ante ésta necesidad, reflexionamos sobre lo que sucede en la Ciudad de Huancayo. Como reacciona la ciudad y los ciudadanos ante la gente que a su manera usa la ciudad de la mejora manera, y hacia aquel objetivo, al cual el urbanismo pretende siempre llegar, las personas.

El uso de los espacios públicos, brindando más que la calidad, podría dar como consecuencia el acostumbrar a la gente a leer, en espacios públicos - Hoy después de mucho tiempo, me atreví a leer el periódico de hoy, en el Parque Túpac, fue una sensación increíble y placentera, ver cómo las personas te ven y piensan: "Qué raro este jovencito, tirado en el verde, leyendo", o preguntándose si está bien usar el parque para leer, claro que sí - escuchar las orquestas o bandas que todo el año están de festejo en festejo, celebrando una de las 500 fiestas de algún lado. O pintando alguna obra imitada o personal para reavivar el espíritu de la naturaleza, que a decir verdad somos producto de ella, como decía el maestro Hugo Orellana.

Es muy interesanta reflexionar sobre esas situaciones que la misma gente que "habita" las calles, nos muestra y nos brinda para que uno pueda entender sus necesidades. No es tan importante, aunque sí para un desarrollo, hacer construcciones de vidrio ("modernas"), o hacer vías y bypass para los vehículos y no para el beneficio de la gente. La ciudad de Huancayo no tiene una identidad definida, lo puedo asegurar. Pero si tenemos esa gran opción de hacer arquitectura con la arquitectura que hemos heredado, conservando (si es que aún queda) las casonas antiguas, revalorando además su aspecto histórico y artístico. Entendiendo las costumbres, las costumbres de la gente, que hacen vida, dan vida, brindan color, deslumbran intensidad, saborean el baile, combinan el sabor, razonan con la herencia, agradecen con su cultura, cosechan la tierra. Las costumbres del país con una herencia, de hace más de 5000 años, tenemos historia urbana, tenemos historia cultural, tenemos historia indígena. Si no nos gusta escuchar: "nadies", "esteas", "vistes", "apégate", pues entendamos que debemos enseñar, no sólo criticar. Debériamos aprender de ellos como ellos de nosotros. Agradecer a Dios por que nos da todo, y enseñar lo que aprendemos, eso es un proceso de cosecha. Después vendrá la siembra, pero tenemos que entender y ser capaces de formar y hacer ciudad, no sólo haciendo construcciones, que no son las adecuadas - y me doy cuenta ahora que estudio Arquitectura, y lo maravilloso que es - sino dar calidad de vida con las costumbres que la gente tiene y genera, con las costumbres que a ésta gente, hermanos, los hace vibrar y sonreír.


(1) Vemos en la primera foto: ¿equilibrio o desequilibrio?, vemos la realidad de nuestra sociedad, que hace muy poco por resolver lo que recibimos por herencia. No es justo, pero si ante ésto lucharíamos y no haciendo marchas por un SUTEP, pues llegaríamos a resolver problemas mas importantes.


(2) Ésta imagen es conocida por todos lo que vivimos en ésta ciudad. No sé de donde apareció esa creatividad, pero sí se entiende la falta de compromiso por resolverla o apoyarla.

(3) Éste tío no estaba borracho, ni mucho menos había salido de una bronca. Él quiso descansar en esa parte del Jardín (Parque Infantil), porque además de caerle el Sol, entiende que para eso también debería servir el espacio público, dormir.

(4) El maestro del violín, entiendo que la Plaza Huamanmarca es un lugar para todo y de todos, en el cual, si toca en su calle o barrio, nadie lo escuchará. Pero si se va a un espacio público, puede recibir más apoyo económico (limosna) por la gente que transita y es un beneficio para todos los que de alguna manera pueden escucharlo.

(5) Éste tío si estaba ebrio, pero no dudo en aprovechar el escalón y apoyar su cabeza para dormir con tranquilidad, a pesar de la gran bulla de claxón, que generan los autos en la avenida Huancavelica.

(6) La señito que duerme placenteramente, sin darse cuenta de cómo está dormida, nos acomoda en una reflexión de pena y tristeza, fácil por su abandono o quizá por su demacrado aspecto. Siempre haciendo uso del espacio público.

(7) El tío no dudo en quedarse dormido, junto al lugar de un Señor que siempre está sentado esperando algún plátano o un chancay. El borracho encontró el lugar habitado, pero no se inmuto, y se sentó al costado del Señor, para hacerle compañía y dormir placenteramente junto a su nuevo amigo, después de una verdadera tranca, seguro después de una fiesta patronal.

(8) El anciano de azul, no dudo en esperar la colaboración de un transeúnte. Él estaba sentado frente a la Plaza Principal de Chupaca, no hay necesidad de obviarlo, pero ahora el es la nueva fachada de esa casona, aunque después lo quieran botar.

(9) Ésto fue a la salida de la Capilla de Chilca, la doña esperaba tal ves una limosnita, a la salida de un culto de agradecimiento de algún agradecido. El cura de la capilla, a optado por que la parte de adelante de la Capilla se usada como espacio público, para beneficiar a los que rodean y son miembros. Buena opción además de beneficiosa para la gente que acude a ésa capilla.

Entender algunas situaciones de la ciudad es entender el crecimiento que ésta necesita, siempre y cuando vaya de la mano con la gente que lo usará, brinndole la calidad que necesita, como el uso que merecería.

Fotos: Archivo Arktimico
Post: Juan Bustamante

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